domingo, 20 de septiembre de 2015

¿Cómo afecta el sistema electoral a los resultados?


Lo que presento a continuación es el trabajo que, el curso pasado (en junio), presentaron algunas alumnas de 1º de Bachillerato (Celia Gómez, Mariola Seva, Carmen Gil). El trabajo, verdaderamente claro, puede ayudar a comprender cómo intervienen en el resultado electoral los distintos elementos que componen el sistema electoral español.

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1. INTRODUCCIÓN

Este trabajo tiene como objetivo la comparación del sistema electoral autonómico de dos comunidades españolas diferentes y el planteamiento hipotético de un sistema electoral diferente, buscando con esto demostrar la gran influencia que los diferentes elementos del sistema electoral pueden ejercer sobre los resultados de las votaciones.

En primer lugar, trataremos el sistema electoral español para introducir los elementos que lo conforman y hacer una breve introducción que favorezca la comprensión de los planteamientos siguientes:




El sistema electoral es el conjunto de medios (normas, procedimientos, etc.) mediante los cuales los ciudadanos eligen bien a sus representantes políticos, bien a sus órganos de gobierno, a través de unas votaciones. Esta es una característica fundamental de la democracia.

Las reglas y los procedimientos que forman parte de un sistema electoral –las leyes electorales- son las que regulan los procesos de votación, estableciendo quiénes son votados, cómo se deben desarrollar las campañas electorales y el número de representantes elegidos, entre otras cosas.

Un sistema electoral está compuesto además por una serie de elementos que influyen de manera significativa en los resultados, a saber:

- La circunscripción, es decir, el lugar en el que se eligen los representantes. En España, las circunscripciones son plurinominales –en cada una se eligen varios representantes- y corresponden con las provincias.

- El tamaño de la circunscripción, o sea, el número de representantes elegidos en cada circunscripción. En España, este número generalmente va en función de la población que habite en cada una; a una mayor población le corresponde un número mayor de diputados (con algunas excepciones como Canarias, en la que profundizaremos más adelante). Por ejemplo, mientras que a Soria le corresponden tan solo dos diputados, a Madrid le corresponden treinta.

- La barrera legal o el mínimo legal exigido, que corresponde al porcentaje mínimo de votos que debe obtener un partido para que pueda entrar en el reparto de escaños. En España el número suele oscilar entre el 3% y el 5%.

- La fórmula matemática que se usa para calcular cuántos escaños le corresponden a cada partido, según el número de votos obtenidos. Existen varios tipos de métodos, aunque en España se usa el método d’Hondt (que también explicaremos más adelante).    
                                    


2. ANÁLISIS COMPARATIVO DE DOS COMUNIDADES AUTÓNOMAS


A continuación, expondremos los sistemas electorales autonómicos que poseen la provincia de Gran Canarias y la de Castilla La Mancha, planteando sus diferencias y comparando ambos sistemas.

Canarias presenta una singularidad en su sistema electoral autonómico: consta de una doble barrera, de un 30% insular y un 6% autonómico. Esto quiere decir que, mientras que en el resto de España los partidos solo tienen que enfrentarse a una única barrera de entre un 3% y un 5% mínimo de votos en cada circunscripción para optar al reparto de escaños, en Canarias un partido necesita tener un mínimo de un 30% de votos por circunscripción (lo cual es una diferencia abismal) o tener un mínimo de un 6% en el total del territorio –en toda la autonomía- para poder participar en el reparto.

Además, el número de escaños está distribuido de tal forma que las dos islas capitalinas (Gran Canarias y Tenerife) que albergan al 83% de la población eligen a la mitad del Parlamento, mientras que el resto de islas, que sólo suponen el 17% de la población, eligen a la otra mitad.

Esto genera graves casos de representación gravemente distorsionada, puesto que mientras que partidos con muy pocos votos obtienen muchos escaños, partidos con un gran número de votos ni siquiera optan al reparto de estos puestos.

Este 2015, por ejemplo, CCa-PNC (coalición de Coalición canaria - Partido Nacionalista Canario) ha obtenido significativamente menos votos que el PP o el PSOE, y sin embargo es quien más escaños ha recibido:


Analicemos los votos obtenidos por los partidos:

  


Ciudadanos obtiene un 5,93% de votos y sin embargo ningún escaño; ASG tan sólo obtiene el 0,56% de los votos y recibe 3 escaños. Esto se debe a que ASG ha obtenido  5089 votos (el 42,83%) en la circunscripción de la Gomera, y gracias a ello ha obtenido 3 escaños dado que la Gomera tiene muy pocos habitantes y es muy sencillo obtener representación; puesto que obtiene el 30% de los votos insulares, opta al reparto (pese a no llegar ni al 1% autonómico). Por otro lado, C’s –con muchísimos más votos en otras circunscripciones más pobladas- no ha conseguido superar la barrera del 30% insular; tampoco ha obtenido el 6% autonómico, así que no recibe escaños.

Casos como este hacen que miles de votos no sean contados en el reparto, y que la decisión de unos pocos haga que gobiernen partidos que representan a minorías.


Castilla La Mancha, por otra parte, tiene un sistema electoral más proporcional, pese a que le corresponde una cantidad muy baja de escaños (33) respecto a otras comunidades con menos habitantes que tienen más escaños, como Extremadura (65) debido a que María Dolores de Cospedal, la presidenta de la comunidad, decidió en 2012 reducir a la mitad los escaños alegando que “sería más justo”. No obstante, tiene una única barrera del 3%, lo que hace que sea mucho más fácil que un partido sea incluido en el reparto de escaños.

Si Canarias tuviera una única barrera del 3% como Castilla La Mancha, partidos muy votados que no han obtenido ningún escaño habrían recibido algunos (como Ciudadanos) mientras que partidos con muy pocos votos que sí que han obtenido escaños se quedarían sin ellos.

De hecho, según un estudio realizado el resultado sería el siguiente:



El partido CCa-PNC obtendría seis diputados menos (12), el PSOE dos menos también (13), Podemos tres más (10) y NC dos más (7). C’s, que pese a su gran cantidad de votos no tiene escaño, recibiría 4. En cambio, ASG se habría quedado sin ninguno debido a los pocos votos conseguidos.

En definitiva, los resultados de las elecciones no dependen del número de votos, sino más bien de los distintos elementos que conforman el sistema electoral (el tamaño de la circunscripción, la barrera legal y la fórmula matemática, principalmente).

Ya hemos visto cómo la barrera legal puede influir de forma trascendental en el reparto de los escaños, estableciendo por ejemplo que partidos con una gran cantidad de votos –que sin embargo no superan esta barrera- queden fuera del reparto y no obtengan ningún escaño.

Ahora vamos a analizar en mayor profundidad los otros dos elementos, a saber: la fórmula utilizada –que en el caso de España es d’Hondt- y el tamaño de la circunscripción, mediante la realización de experimentos hipotéticos planteados y estudiados por nuestra cuenta.

En consecuencia, intentaremos explicar de qué modo influyen los elementos del sistema electoral en los resultados de las elecciones.



3. ¿CÓMO INFLUYE EL SISTEMA D’HONDT EN EL REPARTO DE ESCAÑOS?


Se habla mucho de la desproporcionalidad a la hora de repartir los escaños que se da al usar la fórmula d’Hondt, y de cómo esta tiende a favorecer a los partidos mayoritarios frente a los pequeños (agravando el bipartidismo presente en España).

Antes de analizar esta supuesta desproporcionalidad, sin embargo, intentemos entender mejor cómo funciona en realidad el sistema d’Hondt y cuáles son sus ventajas y sus desventajas:

A la hora de repartir los escaños, el sistema d’Hondt utiliza una sencilla fórmula: divide el total de los votos válidos entre la serie de números naturales 1, 2, 3, 4… Después, se eligen los resultados mayores y se les asignan los escaños correspondientes (por ello, el sistema d’Hondt pertenece a un tipo de sistemas de representación proporcional denominados de media mayor). Es decir, que si se deben repartir 100 escaños, debemos hacer el número de divisiones necesarias hasta completar los escaños con los resultados mayores (lo cual no quiere decir que haya que dividir los votos 100 veces, como veremos más adelante).

El número total de votos válidos corresponde a los votos hechos a partidos y a los votos en blanco, que pese a que no favorecen a ningún partido, son contabilizados en el total. De esta forma, los partidos menores son perjudicados debido a que el mínimo de votos necesarios para obtener un escaño aumenta, y por tanto muchos partidos no obtienen los votos suficientes y se quedan sin escaño. Así pues, la intencionalidad de protesta que se persigue con el voto en blanco no hace sino perjudicar a los partidos minoritarios.

El sistema d’Hondt se aplica de forma independiente a cada circunscripción española, es decir, a cada provincia, favoreciendo a los partidos locales (como los partidos nacionalistas catalanes o vascos) que, al obtener muchos votos en una sola provincia, tienen muchas posibilidades de obtener un escaño o varios en su circunscripción y por lo tanto de ejercer un puesto en el congreso –pese a no haber obtenido apenas votos en el resto de la comunidad-. Esto, al mismo tiempo, perjudica a otros partidos pequeños que, pese a haber obtenido un mayor número de votos en el total de la autonomía, no han obtenido los suficientes en una circunscripción como para obtener un escaño.

¿Favorece entonces el sistema d’Hondt a las mayorías? Efectivamente, sí. Por supuesto, no es el único culpable de la desproporcionalidad a la hora de repartir los escaños, pero sí tiene que ver, como podemos comprobar en el siguiente experimento:

Tomando como referencia la comunidad de Castilla y La Mancha y los datos de las votaciones de las elecciones autonómicas de este 2015, vemos que los resultados han sido los siguientes:



 Estos escaños se han obtenido utilizando la fórmula d’Hondt en cada una de las circunscripciones electorales (Cuenca, Guadalajara, Toledo, Ciudad Real y Albacete) a partir de los votos obtenidos: 



Como vemos, pese a que Ciudadanos (C’s) y Ganemos-LV-IU (coalición de Ganemos Castilla La Mancha, Los Verdes e Izquierda Unida) han superado la barrera del 3%, no han obtenido ni un solo escaño.

El experimento consiste en aplicar otro método, más proporcional, al reparto de votos para observar la influencia del sistema d’Hondt. Este otro método, el sistema de Hare (que se usa en lugares como Bélgica, Grecia, Malta o El Salvador) es un método de resto mayor. El sistema Hare divide el total de votos válidos entre los escaños a repartir en cada circunscripción; el resultado es el número mínimo necesario para obtener un escaño. Si tras darle a los partidos los escaños siguen sobrando algunos, entonces se les da un escaño a los partidos con un resto mayor de votos que queden tras la división. Así, aplicando el sistema Hare a cada circunscripción de Castilla la Mancha, hemos obtenido los siguientes resultados: 


ALBACETE
Votos
Escaños
Votos mínimos por escaño
217557
6
36260






PARTIDO
NÚMERO DE VOTOS
ESCAÑOS DIRECTOS
RESTO
ESCAÑOS AÑADIDOS
ESCAÑOS TOTALES
PP
78094
2
5575
0
2
PSOE
72031
1
35772
1
2
PODEMOS
24036
0
24036
1
1
CIUDADANOS
20619
0
20619
1
1
GANEMOS-LV-IU
8228
0
8228
0
0




GUADALAJARA
Votos
Escaños
Votos mínimos por escaño
126166
5
25233






PARTIDO
NÚMERO DE VOTOS
ESCAÑOS DIRECTOS
RESTO
ESCAÑOS AÑADIDOS
ESCAÑOS TOTALES
PP
41768
1
16535
1
2
PSOE
37208
1
11975
0
1
PODEMOS
18113
0
18113
1
1
CIUDADANOS
14900
0
14900
1
1
GANEMOS-LV-IU
4147
0
4147
0
0
CIUDAD REAL
Votos
Escaños
Votos mínimos por escaño
283058
8
35382






PARTIDO
NÚMERO DE VOTOS
ESCAÑOS DIRECTOS
RESTO
ESCAÑOS AÑADIDOS
ESCAÑOS TOTALES
PP
102569
2
31805
1
3
PSOE
107373
3
1226
0
3
PODEMOS
23197
0
23197
1
1
CIUDADANOS
20584
0
20584
1
1
GANEMOS-LV-IU
8424
0
8424
0
0




CUENCA
Votos
Escaños
Votos mínimos por escaño
120805
5
24161






PARTIDO
NÚMERO DE VOTOS
ESCAÑOS DIRECTOS
RESTO
ESCAÑOS AÑADIDOS
ESCAÑOS TOTALES
PP
49233
2
911
0
2
PSOE
44576
1
20415
1
2
PODEMOS
9344
0
9344
1
1
CIUDADANOS
7774
0
7774
0
0
GANEMOS-LV-IU
2500
0
2500
0
0




TOLEDO
Votos
Escaños
Votos mínimos por escaño
372352
9
41372






PARTIDO
NÚMERO DE VOTOS
ESCAÑOS DIRECTOS
RESTO
ESCAÑOS AÑADIDOS
ESCAÑOS TOTALES
PP
139222
3
15105
1
4
PSOE
134356
3
10239
0
3
PODEMOS
31875
0
31875
1
1
CIUDADANOS
30749
0
30749
1
1
GANEMOS-LV-IU
10786
0
10786
0
0



Los resultados obtenidos realmente usando la fórmula d’Hondt han sido los siguientes:



De esta forma, vemos cómo el sistema Hare ofrece una proporcionalidad mucho mayor a la hora de repartir los escaños, dado que el partido C’s, que aplicando el sistema d’Hondt no obtiene ningún escaño, mediante Hare obtendría cuatro.

La comparación de los resultados finales sería la siguiente:



En conclusión, la fórmula matemática empleada a la hora de repartir los escaños influye mucho, hasta el punto de que un partido puede o no obtener representación según la fórmula usada.

Con este experimento vemos que efectivamente la fórmula d’Hondt no ofrece un reparto muy proporcional. Sin embargo, la desproporcionalidad vigente en el reparto de escaños no tiene que ver solamente con el sistema de reparto, sino que hay otros muchos elementos que influyen; el sistema d’Hondt no es el único culpable, como mucha gente cree.


4. ¿CÓMO INFLUYE EL TAMAÑO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN EN EL REPARTO?

Anteriormente, hemos explicado que al aplicar el sistema d’Hondt a cada circunscripción (o sea, a cada provincia) podía ocurrir que un partido con muchos votos en el total de la autonomía no obtuviera representación por no haber logrado suficientes votos en una circunscripción, mientras que un partido altamente votado en una sola provincia sí obtuviera representación pese a no recibir apenas votos en el resto del territorio. Así pues, ¿qué pasaría si consideráramos la autonomía como la circunscripción, y no cada provincia?

Al realizar otro experimento, basándonos también en Castilla La Mancha y los resultados de las elecciones autonómicas del 2015 y aplicando la fórmula d’Hondt a la autonomía –considerando a esta como la circunscripción-, los resultados han sido los siguientes (ver anexo 1).

Una vez finalizado, se puede ver cómo de esta forma la repartición sería mucho más proporcional, puesto que Ganemos-LV-IU obtiene un escaño (cuando antes no obtenía escaño con ninguno de los dos métodos estudiados), Ciudadanos obtendría tres escaños (pese a no recibir tampoco ninguno anteriormente), alcanzando a Podemos, y PP y PSOE se igualarían; ya no habría un vencedor por encima de todos los demás, sino que lograríamos un gobierno con mucha más representación y con un reparto de escaños mucho más equitativo. El resultado final sería el siguiente:



En definitiva, el tamaño de la circunscripción influye significativamente en el resultado de la repartición de escaños. La supuesta culpable de la desproporcionalidad en el reparto, la fórmula d’Hondt, no es la única en generarla; con este experimento, vemos cómo al ser la provincia la circunscripción y no la autonomía se crean graves distorsiones de representación del territorio.

5. CONCLUSIÓN FINAL

En conclusión, los resultados de unas elecciones en lo que respecta al reparto de escaños tienen muy poco que ver con el número de votos.

Los elementos que forman el sistema electoral –barrera legal, tamaño de la circunscripción y fórmula matemática- son los que realmente determinan los escaños asignados a cada partido.

Así, la barrera legal es la que permite a los partidos el acceso a la asignación de escaños; dependiendo de lo elevada que sea, determinará qué partidos obtienen escaños y qué partidos no lo hacen. Una barrera pequeña favorecería a partidos con pocos votos, puesto que pueden optar a tener escaños, mientras que una elevada restringe el acceso a partidos más grandes. Además, como es el caso de Canarias, al haber una doble barrera es más difícil obtener escaños.

Por otro lado, la fórmula matemática aplicada al reparto de escaños determina el número de escaños dados a un partido, según lo proporcional que sea. Por tanto, una fórmula como d’Hondt favorece a los partidos mayoritarios debido a su forma de asignar escaños, y sin embargo otras fórmulas (como el método Hare) ofrecen una mayor posibilidad a partidos minoritarios para obtener representación.

Por último, el tamaño de la circunscripción influye de tal  modo que en una circunscripción pequeña favorece a los partidos más grandes cuando una grande favorece a los partidos más pequeños, puesto que hay más escaños a repartir. Además, dependiendo de si un territorio está dividido en varias circunscripciones o está formado por una única circunscripción, el reparto de escaños será más o menos proporcional.
Concluimos por tanto que la proporcionalidad en el reparto dependerá de los elementos que conformen al sistema electoral y de cómo sean compaginados. 

              Celia Gómez, Mariola Seva, Carmen Gil

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